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domingo, 18 de septiembre de 2011

Riña de gatos (Eduardo Mendoza)




¿Donde ha quedado el Eduardo Mendoza de "El laberinto de las aceitunas"o "La verdad sobre el caso Savolta" ?. ¿Esta es la mejor obra que pudo presentarse al Premio Planeta 2010?, o como se cuenta en los mentideros , ¿es un premio que está dado de antemano?. Sea como fuere es, desde mi modesto punto de vista,una obra que no hace honor al autor. Anodina, sosa, tediosa por momentos, sólo tiene de meritorio de recordarnos la insigne figura de Velázquez, si logramos discernir la realidad de la ficción.

Esta novela es como aquellas personas de las que esperas mucho, de las que te generan falsas esperanzas por su pasado, y después te defraudan, tienes puestas mil ilusiones y poco a poco , a medida que pasas las páginas ves que no se van a cumplir, que estás perdiendo el tiempo leyendo , que no vas a sacar nada de provecho y podrías estar dedicándote a cuestiones más provechosas... pero confías en E. Mendoza y !madre mia!, que varapalo te llevas.



Obra en la que nada parece lo que es, y que según van pasando las páginas, los capítulos, más difícil se te hace la lectura y te asalta una simple pregunta "¿cuando empezará la intriga?, ¿cuando pasará algo?,pero llega la última página y lo único que aciertas a decir es "por fin".


Desde el punto de vista de un palentino sólo tiene de interés el recordarnos la importancia que tuvo el pueblo de Venta de Baños como enlace ferroviario en las primeras décadas del S. XX, e históricamente,la descripción de los meses previos al estallido del golpe fascista, no dejan de ser fruto de la imaginación del autor, eso sí, bien ambientada y descrita la capital de España de la época.


En conclusión, por si no os habeis dado cuenta, una novela digna de dejar olvidada mientras no tengais nada mejor que hacer, es más, si no teneis nada mejor que hacer, no hagais nada, siempre será mejor que leer "Riña de gatos".
Flaco favor el que le ha hecho el Premio Planeta, pero ya os digo, "cuando el río suena..."
Espero que alguien me haga ver que estoy equivocado y que esta novela tiene algo de interesante, algo rescatable.

Sinopsis:

Un inglés llamado Anthony Whitelands llega a bordo de un tren al Madrid convulso de la primavera de 1936. Deberá autenticar un cuadro desconocido, perteneciente a un amigo de José Antonio Primo de Rivera, cuyo valor económico puede resultar determinante para favorecer un cambio político crucial en la historia de España. Turbulentos amores con mujeres de distintas clases sociales distraen al crítico de arte sin darle tiempo a calibrar cómo se van multiplicando sus perseguidores: policías, diplomáticos, políticos y espías, en una atmósfera de conspiración y de algarada.

Las excepcionales dotes narrativas de Eduardo Mendoza combinan a la perfección la gravedad de los sucesos narrados con la presencia, muy sutil, de su conocido sentido del humor, ya que toda tragedia es también parte de la comedia humana.



De esta sinopsis, extraida de www.lecturia.com, yo me pregunto "¿en que parte de la obra encontramos la ironía y humor del autor?", que lejos queda mi Laberinto de las aceitunas.