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lunes, 13 de abril de 2009

El profeta (Gibran Khalil Gibran)


Este libro es, sin duda alguna, uno de los libros que más me han ayudado en muchos momentos y, seguramente, el mejor regalo que un amigo me hizo hace unos 20 años.
Creo que es un libro que todo el mundo debería tener en su habitación, de cabecera, y leer de vez en cuando.
Se trata de relatos cortos (una página cada uno)en los que Gibran Khalil Gibran pone en boca de Al Mustafá meditaciones sobre temas que nunca pasan de moda, que siempre están ahí, que perduran a través de los siglos (del amor, del matrimonio,de la alegría y la tristeza...). Habla con tal claridad que os dejará boquiabiertos y os hará pensar en todas esas cosas nimias que pasamos por alto en muchos momentos de nuestras vida, pero que conforman nuestra persona y personalidad.
El Profeta se publicó en 1923 y "dicen" que es el segundo libro más vendido después de la Biblia.

De la amistad

Y un joven le dijo: << Háblanos de la Amistad.>>

A lo que respondió así:

Vuestro amigo es la contestación a vuestras necesidades. Él es ese campo en el que sembráis con amor y cosecháis con agradecimiento. Y él es vuestra mesa y vuestro hogar. Porque os aproximáis a él con vuestra hambre, y buscando la paz.

* * *

Cuando vuestro amigo revele su mente no temáis el "no" en vuestra propia mente, y tampoco guardéis el "sí" . Y cuando este silencioso que no cese vuestro corazón de escuchar al suyo. Pues aun sin palabras, en la amistad, todos los pensamientos, todos los deseos, todas las esperanzas brotan y son compartidas con ese placer que no necesita palabras. Cuando os apartéis de vuestro amigo, no os entristezcáis. Porque lo que en él amáis más, quizá se vea más claro en su ausencia al igual que la montaña es más clara para el montañes contemplada desde el llano. Y no permitáis que exista interés alguno en la amistad, a excepción de cuanto signifique profundizar en el espíritu. Pues el cariño que busca algo que no sea la revelación de su propio misterio no es cariñoso sino una red que se lanza hacia adelante, y con la que solamente pescamos lo inútil.

* * *

Y haced que lo mejor de vosotros sea para vuestro amigo. Si él ha de conocer el flujo de vuestra marea, permitidle que también conozca su reflujo. Porque ¿qué clase de amigo es al que sólo buscáis cuando deseáis matar algo de tiempo? Buscadle cuando dispongáis de horas por vivir. Porque las suyas colmarán vuestra necesidad, más no así vuestro vacío. Y en la dulzura de la amistad hallaréis la risa y la participaréis en aquello que es grato. Pues en el rocío de las cosas pequeñas, encuentra el corazón el frescor de su mañana.