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lunes, 2 de marzo de 2009

Astérix y Obélix


Si hay un cómic o una colección de cómics que me ha marcado desde siempre, que he seguido y releído millones de veces y con la que, aunque no lo creáis, he aprendido muchísimas cosas es con "Astétix y Obélix". Con ella puedes aprender valores que inculcar desde la infancia (amistad, valor...), costumbres y estereotipos de mil lugares (la tozudez española, la disciplina británica, la precisión suiza, como "arropan" a las mujeres en Cerdeña, las costumbres y productos típicos en "la vuelta a la Galia", el mundo del dóping, etc.)
De cada cómic puedes extraer muchas cosas, y no sólo de los cómics. Astérix es más que eso. Alrededor de este pequeño galo se ha creado toda una industria que incluye un parque temático, varias películas, un mundo de merchandising, pero también tesis de varios autores que estudian sobre lo real y lo ficticio de los cómics.
Libros como "Astérix y la historia real" donde se nos enseña si, realmente, los campamentos romanos eran asi, los dioses galos, sus vestimentas, costumbres, la arquitectura, los oficios... o "Los viajes de Astérix" donde nuestros amigos galos entran en contacto con los extranjeros y sus costumbres.

En definitiva, en ninguna casa debería faltar un cómic de "Astérix y Obélix". Me costaría decidir cual es el que más me gusta, pero entre ellos estaría "La cizaña" y "Astérix en Hispania"







Curiosidades de Astérix





René Goscinny se inspiró, en muchos momentos en "Comentarios a la guerra de las Galias", narrados por el mismo Julio César. El texto comienza con una frase que cualquiera va a reconocer en los historias de Astérix: Gallia est omnis... (Toda la Galia)





En la batalla de Gergovia (53 a. C.), la que tantas veces recuerda el anciano Edadepiédrix,el gran jefe galo Vercingetórix derrotaría a los romanos aunque posteriormente este sería derrotado por Julio César en Alesia (52 a. C.). Vercingétorix vistió su más rica armadura, montó su caballo de batalla, fue hasta el campamento de César, y arrojó a los pies del romano su espada, su casco y su venablo, en señal de rendición.





El poblado de Astérix se ubica en la costa septentrional del Atlántico, lugar donde se encontraba un pequeño grupo de celtas irreductibles ya en el año 59 a. C. Mucho antes de la época de Astérix, algunos celtas se entrevistaron con Alejandro Magno, que les preguntó que era lo que más miedo les daba, esperando que respondieran que era a él, a alejandro Magno, a quién más temían en este mundo. Pero, sin dudarlo, los celtas le respondieron que lo úncio que temían en el mundo era "que el cielo cayera sobre sus cabezas" (Estrabón, Geografía VII, 3.8)