"La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír" (George Orwell) .
La frase de George Orwell bien podría decirse que está, hoy más que nunca, vigente en el mundo entero.
Todos conocemos la amenaza de muerte que pende sobre Roberto Saviano, autor de"Gomorra", libro del que ya hemos hablado en post anteriores y que versa sobre la mafia italiana, sus entresijos, sus tentáculos que extienden sobre casi todas las actividades mercantiles en la actualidad (sector textil alimenticio, urbanístico, etc.) y que poco a poco se van destapando con sucesivas detenciones tanto en Italia como en la costa española. (2)
A raíz de estas amenazas podemos recordar tristes episodios como el del autor británico de origen indio Salman Rushdie con su libro "The satanic verses" y, en la actualidad la próxima aparición de "La joya de Medina", libro de Sherry Jones sobre la vida de la segunda esposa de Mahoma, Aisha y que ya ha sido objetivo de la ira de los islamistas más radicales.
La persecución de estos autores, de sus libros, en definitiva no es más que miedo a ideas que no queremos oir, leer, escuchar. Lo que encierran es el ánimo de destruir, de aniquilar la memoria que transmiten, de aniquilar una de las máximas de cualquier sociedad civilizada, la libertad de expresión.
En nombre de la salvaguardia de un ideario común o de perpetuar unas ideas en contraposición de otras se han cometido verdaderas salvajadas donde siempre ha habido un único damnificado: el libro.
Para los poco lectores baste recordar películas como "El nombre de la rosa", donde el nucleo de la película son los asesinatos que se producen al leer un libro, el segundo libro de la Poética de Aristóteles"
Recolectando datos en Internet he encontrado cosas curiosas como la sección que tiene la American Library Association, la Office for Intellectual Freedom que posee una lista de libros que se sugiere se retieren o sean prohibidos y, no os asusteis, entre esos libros están:
Las aventuras de Huckleberry Finn, Mark Twain
La serie de Harry Potter, de J.K. Rowling
El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger
Matar a un ruiseñor, de Harper Lee
La casa de los espíritus, de Isabel Allende
Las aventuras de Tom Sawyer, de Mark Twain
La canción de Salomón, de Toni Morrison
El verano del soldado alemán, de Bette Greene
Los pilares de la tierra, de Ken Follett...
En fin, como diría alguién "o nos quedamos cortos o nos pasamos de largo" , porque, ¿donde empieza y acaba la libertad de expresión?
El bibliocausto nazi